Vie. Ene 24th, 2025

¿Sabías que un sistema agrícola milenario usado por los antiguos mayas está siendo reconocido como una solución clave para combatir el cambio climático, preservar la biodiversidad y mejorar la alimentación mundial? Se trata de la milpa maya, una práctica que, tras más de 3,500 años, sigue demostrando su valor no solo en México, sino en todo el planeta.

La milpa maya es mucho más que un método de cultivo. Es un sistema integral que combina agricultura, ecología y cultura. Consiste en el policultivo de maíz, frijoles y calabazas —conocidos como la «tríada mesoamericana» o «las tres hermanas»— en parcelas que rotan de manera estratégica para permitir la regeneración del suelo.

El maíz actúa como una estructura natural para que los frijoles trepen, mientras que los frijoles enriquecen el suelo con nitrógeno. Por su parte, las calabazas cubren el suelo, reduciendo la erosión y reteniendo la humedad. Este sistema no solo es eficiente, sino que también fomenta la biodiversidad y mejora la fertilidad del terreno.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoció en 2023 a la milpa maya de Yucatán como un Sistema de Patrimonio Agrícola de Importancia Mundial, destacando su capacidad para adaptarse a condiciones ambientales difíciles y proveer alimentos nutritivos y sostenibles.

Un reciente informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) señala que los sistemas alimentarios tradicionales, como la milpa, son esenciales para enfrentar las crisis ambientales, sociales y económicas actuales. Los expertos concluyeron que estas prácticas ancestrales pueden ayudar a mitigar el cambio climático, conservar la biodiversidad y mejorar la seguridad alimentaria.

Según Becky Chaplin-Kramer, científica de la organización WWF, la milpa maya “produce alimentos fomentando la identidad y la cultura, ofreciendo una nutrición completa y de calidad, y ha permitido evolucionar con la diversidad productiva de los huertos familiares”.

En un mundo donde las prácticas agrícolas industriales están provocando deforestación, pérdida de biodiversidad y emisiones contaminantes, la milpa maya ofrece una alternativa sostenible que equilibra la relación entre los humanos y la naturaleza.

Los beneficios de este sistema van mucho más allá de la producción de alimentos. Según el informe de IPBES, la milpa maya ayuda a:

  • Conservar la biodiversidad: Al promover un mosaico de cultivos y hábitats regenerados.
  • Mitigar el cambio climático: La milpa reduce la dependencia de fertilizantes químicos y protege los suelos contra la erosión.
  • Fortalecer la seguridad alimentaria: Provee alimentos nutritivos y diversificados a las comunidades locales.
  • Preservar la cultura: Mantiene vivas las tradiciones y conocimientos ancestrales de los pueblos mayas.

El sistema de la milpa maya demuestra que no es necesario destruir la naturaleza para alimentar al mundo. En un momento en que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos de los mayores desafíos globales, aprender de las prácticas indígenas podría ser clave para un futuro más sostenible.

Como señaló Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los problemas ambientales, sociales y económicos están interconectados, por lo que abordarlos de manera aislada es ineficaz. “Son cuestiones indivisibles. Cuando una falla, las demás le siguen”, afirmó Andersen.

Hablar de la milpa maya es más que recordar una tradición agrícola. Es reconocer que los sistemas de producción indígenas ofrecen soluciones viables para los problemas actuales del planeta. Pero, como ciudadanos, también tenemos un papel importante.

Chaplin-Kramer recomienda acciones simples pero efectivas: «Exige mejor, como votante y como consumidor. Desperdicia menos, compra menos y apoya prácticas sostenibles». Además, debemos presionar a los gobiernos y líderes mundiales para que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas, quienes son los verdaderos guardianes de estos conocimientos ancestrales.

La milpa maya no es solo un sistema de cultivo. Es una lección de armonía entre el ser humano y la naturaleza, un modelo que el mundo moderno no puede permitirse ignorar.

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