Jue. Feb 6th, 2025

Australia ha dado un paso decisivo al aprobar la ley de internet más estricta del mundo, que prohíbe a los menores de 16 años utilizar redes sociales como TikTok, Instagram y Snapchat. Esta medida, que busca proteger a los jóvenes de los efectos negativos de estas plataformas, ha generado un intenso debate sobre privacidad, libertad digital y la efectividad de las restricciones.

La nueva legislación, aprobada en noviembre de 2024, establece que los menores de 16 años no podrán crear cuentas en redes sociales. Las empresas que no implementen los mecanismos necesarios para cumplir esta restricción podrán enfrentar multas de hasta 32,5 millones de dólares.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, defendió la medida como una forma de proteger a los jóvenes de los «daños» asociados con el uso de redes sociales. «Queremos que nuestros chicos tengan una niñez y que los padres sepan que los respaldamos», declaró Albanese tras la aprobación de la ley.

Aunque la legislación no especifica todas las plataformas que estarán sujetas a la prohibición, se espera que incluya a las principales redes sociales, como Snapchat, Facebook, TikTok, Instagram y X (anteriormente Twitter). En cambio, YouTube y las plataformas de mensajería y juegos quedarán exentas, ya que no requieren una cuenta para acceder a su contenido.

La ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, indicó que las restricciones estarán respaldadas por tecnologías de verificación de edad, como sistemas biométricos o validación de identidad. Sin embargo, estos métodos aún están en desarrollo y han sido objeto de críticas por posibles riesgos a la privacidad.

Aunque la ley pretende proteger a los jóvenes, muchos expertos advierten que es un «instrumento demasiado burdo» para abordar los problemas asociados con el uso de redes sociales. Investigadores digitales señalan que los menores pueden burlar fácilmente estas restricciones mediante herramientas como VPN, que permiten ocultar la ubicación del usuario y acceder a contenido restringido.

Además, plataformas como Google, Snap y Meta han expresado su preocupación por la falta de detalles en la ley y han advertido que podría ser ineficaz para alcanzar su objetivo.

A pesar de las críticas, la prohibición cuenta con un amplio respaldo entre padres y cuidadores. Muchos consideran que la ley es una solución a un problema creciente: la exposición de los menores a contenido inapropiado y el impacto de las redes sociales en su salud mental.

Amy Friedlander, una de las activistas que impulsaron la legislación, afirmó que «durante mucho tiempo, los padres han enfrentado la difícil decisión entre ceder a las demandas de sus hijos o verlos aislados socialmente».

Por otro lado, activistas juveniles y expertos en derechos digitales critican que la ley fue aprobada sin consultar a los principales afectados: los jóvenes. El Consejo Juvenil de eSafety advirtió que las redes sociales son una herramienta esencial para la comunicación y la expresión personal de los adolescentes y que excluirlos del debate es un error.

TikTok también cuestionó la definición del gobierno sobre lo que constituye una red social, describiéndola como «vaga y amplia», lo que podría generar confusión.

La legislación australiana ha captado la atención de otros países, como Noruega y el Reino Unido, que están considerando medidas similares. Sin embargo, iniciativas anteriores, como la ley del estado de Utah en Estados Unidos, fueron anuladas por ser consideradas inconstitucionales.

El debate continúa, pero una cosa es segura: la regulación del acceso de los menores a las redes sociales será un tema cada vez más relevante en la agenda global. ¿Es esta la mejor forma de proteger a los jóvenes o se está limitando su libertad digital? Solo el tiempo lo dirá

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