👉👉 Durante años nos hicieron creer que la sal rosa del Himalaya era un producto milagroso.
Que curaba, que desintoxicaba, que purificaba los pulmones…
Pero Âżsabes quĂ©? Fuimos vĂctimas de una de las campañas de mercadotecnia más grandes del mundo.
Soy paramédico, no empresario, y yo sà te voy a decir la verdad:
la sal rosa no es más sana que la sal normal.
La sal rosa está compuesta en un 97% por cloruro de sodio, exactamente igual que la sal blanca de toda la vida.
El otro 3% son minerales como hierro o magnesio,
pero en cantidades tan pequeñas que no sirven para nada en tu cuerpo.
TendrĂas que comerte medio kilo de sal al dĂa para notar algĂşn efecto,
y eso, literalmente, te matarĂa.
Nos vendieron la idea de que por ser del Himalaya era “natural” y “pura”,
cuando en realidad viene de una mina en Pakistán,
explotada por trabajadores que ganan apenas unos cuantos dĂłlares al dĂa,
mientras las marcas en Europa y Estados Unidos la venden como “oro rosa” a precios ridĂculos.
Y no solo eso.
Medios internacionales la presentaron como algo “bueno para la salud”,
cuando la ciencia jamás lo confirmó.
La OrganizaciĂłn Mundial de la Salud lo dice claro:
no importa el color de la sal,
el exceso de sodio mata.
Provoca hipertensión, infartos y daño renal.
AsĂ que si de verdad te preocupa tu salud,
no cambies de color de sal, cambia tus hábitos.
Menos sal, más agua, más movimiento y más descanso.
Nos hicieron creer que la soluciĂłn estaba en un frasco bonito.
Pero la verdadera salud no se compra… se construye.
Comparte este video para que más gente deje de caer en mentiras disfrazadas de bienestar. 🧠💔
