Soy paramédico.
Y hay una imagen que jamás voy a olvidar:
Un joven de 38 años, temblando, pálido, con miedo en los ojos, mientras lo conectamos a la máquina de hemodiálisis por primera vez.
“¿Ya no hay otra opción?”, me preguntó.
Le tuve que decir la verdad: no.
Sus riñones ya no funcionaban.
Consumió refresco todos los días durante años.
Y su cuerpo… ya no pudo más.
Ahora, tres veces por semana, durante cuatro horas, un tubo rojo saca su sangre contaminada, una máquina la filtra…
y otro tubo azul se la regresa.
Yo he visto muchos cuerpos reventarse por dentro…
pero el daño silencioso del refresco es de los más crueles.
No duele al principio.
No avisa.
Solo, poco a poco…
te despiertas cansado, con náuseas, los pies hinchados…
y ya es tarde.
¿Y todo por qué?
Por ese vaso lleno de azúcar.
Por ese “me lo merezco”.
Por ese “solo uno no me hace daño”.
No esperes a que tu cuerpo grite lo que hoy te está susurrando.
Cuida tus riñones.
Deja el refresco.
Si tú todavía no necesitas diálisis, todavía tienes tiempo de salvarte y no terminar así.
Pero es urgente que comiences a hacer esto:
✅ Recomendaciones para cuidar tus riñones:
-
❌ Deja el refresco desde hoy. Incluso uno al día ya daña tus riñones.
-
💧 Toma más agua natural. Al menos 1.5 a 2 litros diarios.
-
🛑 Evita alimentos ultraprocesados y altos en sodio.
-
🩺 Hazte un chequeo de sangre y orina al menos una vez al año.
-
⚠️ Si tienes diabetes o presión alta, cuídate el doble: son los principales enemigos del riñón.
-
🚶 Haz ejercicio. Caminar 30 minutos al día ayuda más de lo que imaginas.
-
😴 Duerme bien. El descanso también es medicina.
📢 POR FAVOR, ayúdame a que esta información llegue a las personas que más amas.