Una de las preguntas más difíciles que se hacen muchas mamás y papás al nacer su bebé varón es:
¿Debería circuncidarlo?
¿Vale la pena hacerlo? ¿Es realmente necesario?
¿Qué es la circuncisión?
La circuncisión consiste en remover quirúrgicamente el prepucio, esa capa de piel que cubre la cabeza del pene.
Se realiza comúnmente en los primeros días de vida, cuando el cuerpo aún está en formación y la recuperación es más rápida.
¿Cuáles son sus beneficios?
Muchos médicos aseguran que sus beneficios son reales:
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Más facilidad para limpiar el área
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Menor riesgo de infecciones
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Reducción en la transmisión de algunas enfermedades como el VIH
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Prevención de ciertos tipos de cáncer
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Evitar problemas como la fimosis, cuando el prepucio no puede retraerse adecuadamente
¿Y si no quiero hacerlo?
No todas las familias lo ven igual.
Algunas creen que es mejor dejar que el niño crezca y decida por sí mismo.
Otras sienten temor por el dolor, los posibles riesgos… o simplemente no lo consideran necesario.
Y todas esas posturas son válidas.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
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El médico aplica anestesia para evitar el dolor.
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Después, despega la piel del glande, coloca un pequeño dispositivo para proteger el pene…
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Y corta con precisión el prepucio.
Dependiendo del tipo de técnica, ese dispositivo puede:
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Caer por sí solo entre 5 y 7 días después
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O retirarse inmediatamente tras el corte
Lo normal después de la circuncisión es que:
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La zona quede sensible
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Tenga apariencia rojiza
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Presente algo de secreción amarilla
Con los cuidados adecuados —agua tibia, vaselina y mucho amor—, el área sana por completo en 10 a 14 días.
Más que una decisión médica…
Esta decisión no es solo médica…
es emocional, cultural y personal.
Y nadie más puede tomarla por ti.
No existe una respuesta correcta que funcione para todos.
Lo que sí existe es el derecho a informarte, a preguntar, a tener miedo…
y aún así, decidir lo que tú creas mejor para tu hijo.
Porque ser mamá no es tener todas las respuestas.
Es hacer lo mejor que puedes, con el corazón en la mano… y el amor como guía.
¿Tú qué opinas?
¿Crees que vale la pena?
Cuéntanos en los comentarios
y comparte esta información con más familias que, como tú, están buscando respuestas.
Este contenido tiene fines educativos y busca generar empatía y conciencia sobre el proceso de circuncisión.