Soy paramédico… y también soy mamá.
Y hay algo que veo una y otra vez en urgencias…
Algo que parece inofensivo para tus hijos, pero puede ser mortal en segundos.
Por favor, ayúdame a que esta información le llegue a todos los papás que conozcas.
Juntos podemos evitar que miles de niños terminen en urgencias.
Los niños NO deben comer y jugar al mismo tiempo.
Puede sonar exagerado, pero he visto con mis propios ojos cómo un simple bocado termina en una emergencia.
Un niño corriendo con comida en la boca, una caída, un mal movimiento… y de pronto, no puede respirar.
¿Por qué pasa esto?
La comida entra a la tráquea en lugar del esófago, y en cuestión de segundos, ese niño feliz se convierte en un código rojo.
Un niño que podría no volver a casa.
Y lo más triste es que todo eso se pudo evitar.
Por eso, desde el fondo de mi corazón, te lo pido:
Haz que tus hijos coman tranquilos, sentados.
No los dejes correr, brincar o hablar con la boca llena.
Parece un detalle pequeño, pero para nosotros, los paramédicos…
Es una de las causas más comunes de asfixia infantil.
Y muchas veces, llegan demasiado tarde.
No esperes a que te pase.
Compártelo, y ayúdame a salvar vidas.
Un simple error puede cambiarlo todo en segundos.
Esto no es exageración, es prevención.
Si tú ya lo sabes, haz que esta advertencia llegue a más papás antes de que sea demasiado tarde.
Una vida puede depender de eso.
